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Lavamagic

MINDFULNESS Y YOGA

Conocidos son por todos los beneficios del minfulness y el yoga para reducir la ansiedad y el estrés en nuestra vida diaria, pero su aplicación en el aula contribuye además a regular las emociones de nuestros alumnos constituyéndose como dos herramientas imprescindibles a incorporar en nuestro estilo educativo.

El Mindfulness en el aula

El mindfulness contribuye a la mejora de la tranquilidad mental y por ello permite trabajar con clases más calmadas. Tras sesiones de mindfulness aumenta la creatividad de los alumnos, la concentración y la focalización en las tareas del momento ayudando a los alumnos a conectar con la realidad del aula en el momento presente.

No podemos olvidar que ese autocontrol conseguido con las sesiones de mindfulness favorece la regulación de las emociones.

Algunas de las actividades llevadas a cabo como complemento a LAVAMAGIC fueron: 

  • Control de la respiración soplando una vela en el centro de la mesa.

  • Sentir el corazón y la respiración con una piedra sobre el abdomen (que los alumnos decoraron previamente en clase de plástica)

  • Saborear un caramelo con los ojos cerrados sentados en círculo y con las manos unidas.

  • Experiencias relatadas por el maestro cercanas a la meditación como por ejemplo: "Viaje sobre una nube", "Vuelta al mundo" o "Un paseo por la emociones".

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Yoga para niñ@s

Ofrece a tus alumnos una sencilla clase con las posturas más conocidas del yoga (el árbol, el perro, el guerrero, el saludo al sol).

Descubre las ventajas del trabajo por parejas o en grupo y termina la sesión con una relajación con sus manos unidas que les haga sentir la pertenencia al grupo.

Haz que un niño o niña se constituya en  profesor/a de la clase de yoga para que el resto imite sus movimientos.

Igual que con el mindfulness las ventajas sobre la mente son altamente reconocidas, pero a ellas debemos añadir la importancia de los beneficios sobre el cuerpo y ante todo el hecho de hacer, que por un rato, los niños abandonen el sedentarismo del aula en favor del movimiento.

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Para llevar a cabo tus prácticas de mindfulness o yoga es muy importante crear un "buen ambiente", de luz, música e incluso olores.

Lleva a tus alumnos a la clase de psicomotricidad o a un aula cómoda y no demasiado grande. Algunas prácticas incluso podrás desarrollarlas en la misma clase ordinaria.

De vez en cuando sal al exterior y busca un espacio en el patio, debajo de un árbol o aprovecha los días en los que el otoño o la primavera ofrece sus mejores temperaturas y a pesar del ruido intenta focalizar a los alumnos en un pensamiento, viaje o en la intención que tú mismo persigas. Quizá una breve sesión de yoga al aire libre sea muy productiva. 

Nunca pienses que es tiempo perdido. Ya verás como se genera una gran cohesión de grupo y sorprendentemente las clases resultan mucho más aprovechadas!!!

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